Cólico equino: signos, tratamiento y prevención

El cólico equino como comúnmente se conoce o síndrome abdominal agudo se refiere al dolor que se localiza dentro del abdomen de los caballos.

Es la primera causa de muerte en dicha especie. La mayoría de los casos son leves y se resuelven con un tratamiento médico simple y a veces, sin ningún tratamiento específico. Aproximadamente el 10% de todos los casos llegan a requerir cirugía o causar la muerte, todos los casos deben tomarse en serio porque puede ser difícil distinguir los leves de los graves en las primeras etapas.

Hay que tener claro que no es una enfermedad; es simplemente un signo de enfermedad. Específicamente indica un problema doloroso en el abdomen del caballo. Existen docenas de afecciones diferentes que pueden hacer que un caballo muestre signos de dolor abdominal.

Clasificación de cólicos

El tiempo y el tipo de cólico es importante para decidir la mejor manera de tratar al caballo.

1. Leve. Estos problemas se denominan según el segmento intestinal afectado; gastritis (estómago), enteritis (intestino delgado) y colitis (intestino grueso). Pueden ser causados ​​por numerosos factores, como estrés, medicamentos, infecciones y parásitos. Generalmente se requiere tratamiento médico.

2. Moderados. Son los más comunes y simplemente significa que el intestino del caballo no funciona correctamente. Incluye cosas como espasmos (motilidad desordenada), distensión por gas, impactación y disminución de la motilidad (íleo). Estos tipos de problemas suelen responder bien al tratamiento médico.

3. Severos. Estos son menos frecuentes e incluyen desplazamientos, torceduras (torsión, vólvulo) y atrapamiento de una sección del intestino en un espacio reducido. Algunos caballos parecen predispuestos anatómicamente a este tipo de problemas, casi siempre requieren cirugía de emergencia.

¿Cómo reconocer un cólico?   

Los caballos muestran signos de dolor abdominal de muchas formas, entre los signos más comunes de cólicos se encuentran:

• Patear o morder el vientre.

• Estirarse para orinar, sin hacerlo.

• Acostarse y levantarse repetidamente, o intentar hacerlo.

• Mantiene la cabeza en una posición inusual, con el cuello estirado y la cabeza en dirección al piso.

• Dejar comida o estar completamente desinteresado en ella.

• Poner la cabeza al agua sin beber.

• Falta de evacuaciones intestinales o menos deposiciones de lo normal.

• Sonidos digestivos reducidos o ausentes.

• Sudoración inapropiada, no relacionada con el clima cálido o el ejercicio.

• Respiración rápida y / o fosas nasales dilatadas.

• Frecuencia de pulso elevada (más de 60 latidos por minuto).

• Depresión.

• Curvar los labios sin relación con el interés sexual.

Por lo general, un caballo muestra solo algunos de estos signos durante un episodio de cólico, al ver cualquiera de estos se recomienda vigilar al caballo. En general, cuanto más dolor se presenta significa que el problema es más grave.

Si tiene la sospecha de que su caballo sufre de cólico, lo más recomendable es:

1. Llamar a su veterinario inmediatamente

2. Retirar toda la comida de los alrededores del caballo, pero dejar un poco de agua

3. Tomar el pulso o frecuencia cardíaca (latidos por minuto), medidos sobre el corazón (justo detrás o encima del codo izquierdo) o sobre una arteria (a los lados del menudillo o en la parte inferior de la mandíbula inferior), frecuencia respiratoria (respiraciones por minuto) y temperatura rectal.

4. Verificar el color de las encías (blanco, rosa pálido, rosa oscuro, rojo o violeta azulado), humedad de las encías (húmedas, pegajosas o secas), tiempo de llenado capilar (tiempo que tarda el color en volver a la encía del caballo después de presionar brevemente la encía con el pulgar; lo normal es de 1 a 2 segundos.

5. Verificar sonidos digestivos (si los hay).

6. Verificar evacuaciones intestinales, incluido el color, la consistencia y la frecuencia.

7. Pasee al caballo si está rodando continuamente o si está en peligro de lastimarse, pero no canse al caballo con trote.

5. Mantenga al caballo bajo observación hasta que desaparezcan los signos del cólico o hasta que llegue el veterinario.

Tratamiento

El tratamiento del cólico depende de su gravedad y de la causa probable. Las opciones de tratamiento incluyen las siguientes:

• Analgésicos (Flumexin Vet) o sedantes (Xilazina al 10% de 20 ml) para aliviar el dolor mientras la función intestinal vuelve a la normalidad o se instituye un tratamiento adicional.

• Palpación rectal, en busca de evidencia de bloqueo intestinal, distensión, desplazamiento u otras anomalías.

• Paso de una sonda nasogástrica para identificar la presencia de exceso de gas o líquido en el estómago y para aliviar la presión si el estómago está distendido.

• Terapia de fluidos, ya sea por sonda nasogástrica o por infusión intravenosa, para corregir la deshidratación y ablandar el contenido intestinal seco.

• Laxantes, como aceite mineral, para ayudar a restablecer la función intestinal normal.

• Enema para potros jóvenes con un bloqueo (impactación) causado por meconio retenido (el primer estiércol producido por un potro recién nacido).

• Cirugía (generalmente con el caballo bajo anestesia general).

Prevención

El cólico es un problema con muchas causas potenciales y factores contribuyentes, algunos de los cuales están fuera de nuestro control. Sin embargo, el manejo juega un papel clave en la mayoría de los casos de cólicos, por lo que la prevención de los cólicos se centra en el manejo. Aunque no todos los casos de cólicos se pueden evitar, las siguientes pautas pueden maximizar la salud de su caballo y reducir el riesgo de cólicos:

• Establezca una rutina diaria, que incluya horarios de alimentación, ejercicio y asistencia (incluso los fines de semana).

• Alimente con una dieta de alta calidad compuesta principalmente de forraje de alta calidad (avena, alfalfa achicalada, etc.) 

• Limite la cantidad de piensos a base de cereales (cereales en cualquier forma, piensos dulces, pellets, en los que los ingredientes principales son cereales). Aliméntelos solo como un suplemento y no más del 50% de la dieta.

• Divida la ración diaria de concentrado en dos en lugar de una grande, para evitar sobrecargar el tracto digestivo del caballo.

• Llevar un programa de desparasitación con la asesoría de su veterinario. Utilice un examen fecal para determinar su efectividad.

•  Los cambios en la dieta, la caballeriza y el nivel de actividad se deben de hacer gradualmente.

• Proporcione agua fresca y limpia en todo momento.

• Observe a las yeguas antes y después del parto para detectar cualquier signo de cólicos.

• Evite darle medicamentos a su caballo a menos que los recete su veterinario.

• Preste especial atención a los caballos que han tenido episodios previos de cólicos, ya que pueden tener un mayor riesgo de episodios repetidos.

• Mantener registros precisos de manejo, prácticas de alimentación y salud.

La clave para minimizar la incidencia de cólicos es un buen manejo. Trate cada cólico como potencialmente grave e involucre a su veterinario desde el principio; nunca ponga en peligro la salud de su caballo por ahorrarse unos pesos.

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