Sistema extensivo vs sistema intensivo en la cría de aves de combate

Por Dr. Reynaldo Moreno Díaz. DMZA, FMVZ, UNAM.

Las aves de combate pertenecen a la familia de los faisanes y tienen como antecesores al Gallus gallus bankiva, (ave roja salvaje), Gallus lafayetti (gallus stanleyi), Gallus sonneratti (gallina salvaje gris) y el Gallus varius (gallus furcatus) de las anteriores, el más reconocido como antecesor es el Gallus gallus bankiva originario de la India. Myamar, Tailandia, Sumatra, Java y las islas Filipinas.

En su hábitat original vive en los árboles y se alimenta de semillas, insectos, gusanos y vegetales. Forma familias de un macho con varias hembras. El macho es muy territorial y no permite la presencia de otras aves de su mismo sexo. En este documento se hará referencia solo a los gallos tipo bankiva que son los que se crían con mayor frecuencia en México, dejando para otra ocasión los del tipo oriental.

Las razas de aves domésticas que se crían en el mundo tienen también como antecesor en mayor proporción al Gallus gallus bankiva y diferenciándose a lo largo de los años de acuerdo a factores geográficos ambientales, selección del hombre, alimentación y otros.

A la fecha, los cambios morfológicos y de comportamiento de las diferentes razas de gallinas son muy notorios.

La selección genética efectuada por el hombre con fines comerciales ha logrado la creación de estirpes cuyo propósito es una alta producción de huevo (más de 300 huevos al año / ave) y en otras una producción sobresaliente de carne en un tiempo cada vez menor (2 kg entre 6 y 7 semanas).

Para lograr estos objetivos se han diseñado alojamientos, equipo, técnicas de manejo y métodos de control de enfermedades muy eficientes.

En la producción de estirpes de pollos de engorda la finalidad es lograr alta rentabilidad mediante concentración elevada de aves por metro cuadrado que puede variar de 12 a 15 aves /m2.

Con este fin zootécnico, entre las aves productoras de carne se han creado estirpes de temperamento muy apacible que solo quieren comer, tomar agua y descansar, lo cual favorece la ganancia de peso al conservar la energía que pudieran emplear en desplazarse por toda una caseta que a veces mide de 100 a 150 metros de largo por 10 a 12 metros de ancho.

Este sistema de producción es lo que hoy se conoce como intensivo.

Pero es de resaltar que, para lograr estos resultados, ha sido necesario el trabajo de genetistas a lo largo de más de 50 años, trabajo que hoy en día continúa logrando mayores progresos cada año.  En resumen, lo que este sistema logra es una alta productividad seleccionando y produciendo a las aves adecuadas al sistema.

Comparemos ahora a las aves de combate, en donde el objetivo de la cría es obtener un individuo de gran belleza y habilidades sobresalientes en la riña.     

Aquí la selección genética va encaminada hacia la obtención de ejemplares de temperamento belicoso, de muy buena morfología, sin importar sus parámetros productivos de producción abundante de huevos y una ganancia de peso rápido.

En general podemos decir que las aves de combate no son de alta producción de huevo, más bien son de producción baja, de tipo estacional y de lento desarrollo corporal, ya que necesitan cuando menos 6- 8 meses para alcanzar la madurez sexual.

Debido al carácter belicoso que tienen desde una edad temprana es imposible la cría de un número elevado de aves por metro cuadrado hasta edades de 1 a 2 meses. Este carácter, sumado al espacio reducido, provoca la pelea en ocasiones de aves de 2 a 4 semanas de edad, ocasionando que se den bajas por muerte.

El alojamiento en alta densidad de población provoca en este tipo de aves picoteo primero de plumas (plumofagia) y luego del animal, desencadenando el canibalismo y peleas colectivas con muchas bajas

No es lógico recomendar la cría de aves sueltas a quien carece de las instalaciones adecuadas para hacerlo.  Hay pequeños criadores que tienen su gallera en la azotea de su casa o en el traspatio y con grandes problemas llegan a criar algunos pollos por año.

La cría de aves en un espacio grande es lo que conocemos como sistema extensivo.

¿Cuáles son las ventajas de hacer una cría en un espacio grande o extensivo?

Es costumbre en esta actividad dar prioridad a la crianza de los machos porque son los destinados al combate. Muchos criadores solo seleccionan machos en tanto otros crían los dos sexos.      

La preocupación principal durante la cría de machos, es que se desarrollen fuertes y sanos y que físicamente no tengan alteraciones.

De allí que la cría en un espacio grande tiene las siguientes ventajas:  

1. Se cubre la necesidad de mayor espacio o territorio que el ave necesita, lo cual se traduce en una actitud menos agresiva hacia otras aves.

2. El mayor espacio disminuye el problema de la plumofagia y canibalismo.

3. Se logra criar un ave sin mutilaciones que repercutan a su anatomía.  Por ejemplo, si le picotean la zona de crecimiento de las plumas timoneras de la cola, ya no tendrán la habilidad de dirección en su cuerpo.

4. La falta de plumas remeras de las alas repercutirá en su estado adulto en la falta de equilibrio durante los ataques realizados al contrario en lances al aire.

5. Si le comen parte de las plumas de la golilla, su apariencia cambia totalmente y pierde belleza.

6. Si sufre canibalismo o golpes en la piel de la cabeza, ya no le salen las plumas y se ve “descalabrado”.

7. Al criarse en libertad aprende a cuidarse de algunos de los depredadores locales (falconiformes).

8. Tiene facilidad de nutrirse mejor al consumir todo tipo de insectos, gusanos y semillas que encuentra como lo hace un ave en estado salvaje.

Desventajas:

1. Las aves pueden consumir huéspedes intermediarios como saltamontes, cochinillas y lombrices que intervienen en el ciclo biológico de algunas parasitosis.

2. Es necesario tener mayor supervisión para localizar aves con algún problema de manejo, al encontrarse todas las aves dispersas muchas veces entre la maleza.

3. Se precisa acostumbrar a las aves para que duerman en la noche ya sea dentro de una caseta o en ramas de árboles.

4. Mayor supervisión en las noches ante la existencia de depredadores (ratas, tlacuaches, zorrillos, cacomixtles, zorras y coyotes entre otros).

5. Mayor supervisión cuando ya son pollos crestones y empiezan a pelearse repentinamente.

Si no hay supervisión constante, las mayores pérdidas pueden no ser por enfermedades sino por cuestiones de manejo y medio ambiente. A veces se reúnen simultáneamente todos los factores adversos y los resultados en la crianza son muy malos.  Sin embargo, el sistema extensivo, la libertad para las aves de combate es lo más adecuado para su bienestar.