Neumonía, bronconeumonía, fiebre del transporte, pasteurelosis neumónica, pleuroneumonía fibrinosa, rinitis, traqueítis y bronquitis.
El Complejo Respiratorio Bovino es una de las tres principales causas de desecho en bovinos, por lo que toma una importante relevancia su diagnóstico y tratamiento oportuno para evitar la cronicidad de las enfermedades, la disminución en la producción, la muerte de animales, los gastos en medicamentos y Médicos Veterinarios (Galyean y Perino, 1999).
El Complejo Respiratorio Bovino (CRB), es un conjunto de signos clínicos que se caracterizan por depresión, inapetencia, fiebre, tos, descarga nasal y dificultad para respirar. Se pueden afectar las vías respiratorias bajas, es decir, a los pulmones (neumonía) o a las vías respiratorias altas (rinitis, traqueítis, bronquitis) (Juárez et al., 2003). En su desarrollo intervienen agentes infecciosos que junto con otros factores, afectan el sistema inmune. Se producen con más intensidad en animales jóvenes, desde la primera semana de vida, hasta los 2 años de edad (Contreras, 2005).
El CRB es causado por múltiples factores bacterianos y víricos, además de causas o factores no infecciosos como son: anatomofisiológicos, parasitismo, desnutrición, estrés y baja de defensas.
Dentro de los microorganismos que causan el CRB se encuentran involucrados con más frecuencia agentes víricos como virus sincitial respiratorio bovino, parainfluenza 3, adenovirus BVDV, BHV1 y bacterianos como Pasteurella multocida, Mannheimia haemolytica, así como micóticos como Mycoplasma bovis, éstos pueden interactuar entre ellos con una reacción inflamatoria o alérgica desencadenando la sintomatología del síndrome (Contreras, 2005).
Factores anatomofisiológicos predisponentes para el CRB
Los bovinos están en total desventaja comparativamente con otras especies animales en cuanto a su capacidad respiratoria. Se ha determinado una serie de diferencias que predisponen a los bovinos a padecer con mayor facilidad el (CRB) (Contreras, 2005).
Entre estos factores predisponentes se encuentran:
Pleura poco distensible: La pleura del pulmón del bovino es más gruesa que la de otras especies animales, lo que la hace menos distensible y por lo tanto se requiere de un mayor esfuerzo para captar un volumen determinado de aire (Contreras, 2005).
Pulmones pequeños: La proporción del tamaño del pulmón con relación al peso corporal del bovino es menor comparativamente que la que se obtiene en otras especies, por ejemplo un bovino de 300 kg tiene pulmones más pequeños que un equino del mismo peso y lo mismo ocurre con el cerdo. El resultado de lo anterior es que se necesita un esfuerzo extra para oxigenar el mismo volumen corporal (Contreras, 2005).
Angulo traqueobronquial: La unión de la tráquea con los bronquios en el caso del bovino es casi en ángulo recto, lo que ocasiona que las secreciones se acumulen en este punto, ocasionando una obstrucción y dificultad tanto para respirar como para expectorar. Es común observar en animales que murieron de neumonía un tapón de secreción en esta zona anatómica (Contreras, 2005).
Menor número de macrófagos alveolares: Comparativamente con otras especies existe un menor número de macrófagos alveolares en el pulmón del bovino, lo que representa una menor capacidad defensiva ante el ataque de gérmenes patógenos (Contreras, 2005).
Menor presión para el intercambio gaseoso: A nivel alveolar para el intercambio de oxigenación en la mayoría de las especies la presión gaseosa es de 95mm Hg, mientras que en el bovino es de 85mm Hg, es decir 10mm menos que son necesarios para una mejor oxigenación. Todas estas características propias de la anatomía y funcionamiento del pulmón del bovino son normales para esta especie, pero lo hacen más susceptible a los problemas respiratorios (Contreras, 2005).
Los factores de estrés que contribuyen al problema incluyen agotamiento, debilidad física, deshidratación a menudo como resultado del transporte, destete, cambios en la dieta, castración, descorne, sobrepoblación, enfriamiento y reunión de ganado de diferentes orígenes (Juárez et al., 2003).
A pesar de que existe una gran variedad de antimicrobianos para tratar este padecimiento y una gama amplia de biológicos para prevenirlo, continúa causando serios problemas en la ganadería. De tal forma que si se presenta el CRB se tiene que combatir con antibióticos y con otros medicamentos que ayuden a desinflamar el tejido pulmonar, así como quitar dolor y bajar la fiebre. Aranda Salud Animal tiene varias alternativas terapéuticas para tratar este tipo de problemas, como tratamiento antibiótico contamos con: Tilmistop 30 (tilmicosina 30%), antibiótico específico para tratar el Complejo Respiratorio Bovino.
Bibliografía:
Contreras B. Complejo Respiratorio Bovino. Manual de Ganadería doble propósito. Barquisimeto Venezuela Universidad Centro Occidental. 2005. Galyean M.L, Perino L.J, Interaction of cattle helth,inmunity and nutrition. J. Anim. Sci. 1999; 77, 1120-1134. Juarez B.F. Trigo F J, Chavez G.G. Vargas R.G. Identificación de agentes virales por inmunohistoquimica en enfermedades respiratorias de bovinos en corral de engorda. Veterinaria México, 2003.