Mitos y realidades de sobre la reproducción equina

Cuando hablamos de reproducción equina y rendimiento reproductivo de la yegua nos referimos a la capacidad de una hembra en edad fértil de quedar preñada y criar un potro vivo a término.

Múltiples factores intervienen en el rendimiento, ya sean externos, como es el caso de la asistencia humana, e internos como es el caso de la presencia de bacterias productoras de endometritis o fallas fisiológicas y anatómicas consecuencia de anomalías genéticas hereditarias.

Una de las preguntas que se hacen los criadores de caballos es ¿por qué mi yegua no queda preñada?

Debemos de conocer un poco de la fisiología reproductiva de la yegua para poder entender muchas cosas por las cuales no logramos que la yegua quede preñada. Normalmente los caballos inician su etapa reproductiva con la pubertad, la cual se da en las hembras entre los 15 y los 24 meses de edad, mientras que en los machos suele aparecer a una edad más temprana normalmente entre los 14 y los 18 meses, siendo muy importante este momento para los caballos ya que no solo se centra en el proceso de apareamiento, sino que también es fundamental en el desarrollo sano y en el desempeño posterior del animal.

La fisiología del ciclo estral de la yegua está influenciada por las condiciones de manejo de salud preventivo, la nutrición, la edad, las condiciones ambientales. Estos factores pueden afectar una futura preñez o el desempeño reproductivo.

Problemas de salud en el sistema reproductivo, también son factores que alteran la reproducción equina ya sean machos o hembras, siendo las yeguas las más afectadas por problemas infecciosos.

El éxito en la reproducción equina se basa en diferentes aspectos como la raza, condición corporal, la nutrición, el manejo, el fotoperiodo, el desarrollo del tracto genital, entre otros. Por medio de estudios sobre la fisiología del ciclo estral y los mecanismos empleados para mejorar el mismo han llevado a la reproducción equina a un alto desempeño en diferentes condiciones ambientales.

El ciclo estral es denominado el tiempo que trascurre entre una ovulación y otra, en yeguas hablamos de 19 a 21 días aproximadamente, el cual está compuesto por una fase folicular de 5 a 7 días y una fase lútea de 14 a 16 días, inicia con la fase folicular donde tenemos la participación de las hormonas GnRH, FSH y la LH las cuales generan el inicio del celo y una futura ovulación. En la fase lútea participan las hormonas progesterona, la prostaglandina F2 α y un bajo nivel de FSH; en ella el útero se prepara para la implantación del ovocito y llevar a cabo una futura gestación o iniciar nuevamente el ciclo estral.

Mito 1 ¿El semental del rancho cubrió a la yegua, pero no quedo cargada?

La mitad de la responsabilidad para el éxito o el fracaso de una preñez está en el semental y la otra mitad en la yegua. Si la yegua es servida por un semental subfértil o infértil, sus posibilidades de producir un potrillo están significativamente reducidas. Un semental debe ser capaz de cubrir a una yegua de forma efectiva, sin una buena evaluación del semen o baja libido del ejemplar es inútil el servicio natural de la yegua.

Hasta cierto punto, dichos casos pueden solucionarse con la IA (inseminación artificial), pero se debe estar seguro de que la falta de libido o de aptitud física del semental no son debidas a un problema hereditario. Si cualquier aspecto del manejo del semental, sobre todo el servicio, no es correcto, existe una alta posibilidad de disminución de la tasa de fertilidad. El manejo en los primeros años del semental también tiene un efecto significativo en la libido del semental y por lo tanto en su rendimiento reproductivo.

Mito 2 ¿Aplicar agua fría sobre la yegua después de la monta asegura que quede preñada?

Es un mito, no es necesario. El manejo en el momento de la monta es un poco traumático para la yegua y recurrir a ese tipo de práctica estresa más al animal, anatómicamente el pene del caballo cuando eyacula por medio de los movimientos copulatorios dentro de la vagina de yegua topa con la entrada del cérvix y se crea una especie de bombeo que hace que los espermatozoides crucen por el cérvix ya que tiene la capacidad de dilatarse y contraerse y no permite la salida del semen. Si la yegua esta receptiva y se maneja bien al caballo al momento de la monta no tenemos necesidad de llevar a cabo esa práctica.

Mito 3 ¿Darle monta a la yegua días consecutivos asegura la preñez?

Recurrir a este tipo de practica no es bueno para el útero de la yegua ya que el semen del caballo dentro de la yegua llega a durar de 4 a 72 horas y en ocasiones el pene del caballo esta sucio y se introducen bacterias que pueden crear una infección, el útero no tiene la capacidad de limpiarse en 12 o 24 horas en yegua adultas o con el útero caído y es posible que esas yeguas presenten problemas y no puedan quedar gestantes.

Mito 4 ¿Es bueno preñar a la yegua en el calor del potro?

El uso del primer celo post parto puede resultar una práctica beneficiosa para lograr que el intervalo entre partos sea menor a 365 días, aparece aproximadamente entre el día 9 y 15 post parto. Sin embargo, el manejo inadecuado del primer celo post parto puede generar consecuencias como la muerte embrionaria temprana. Se sabe por estudios que las tasas de pérdidas embrionarias tempranas son menores a medida que nos alejamos del parto.

Mito 5 ¿Inseminar a la yegua da mejores resultados que si la monta el caballo?

La inseminación artificial ofrece numerosas ventajas, acelera la mejora genética con la mayor difusión de sementales de alto valor, elimina la necesidad de desplazar las yeguas con los problemas que pueda suponer, evita enfermedades de transmisión venérea, disminuye los gastos de cubrición en muchas ocasiones, evita el desgaste del semental, permite la utilización de un semental ubicado lejos de la yegua e incluso muerto.

Existen desventajas con la inseminación artificial, se requiere de una tecnología y un equipamiento mínimo que permita una correcta recolección, evaluación, dilución y preparación del semen y de las dosis seminales, no todos los sementales poseen un semen capaz de soportar los sistemas de refrigeración y congelación; es necesario llevar un perfecto control del ciclo estral de la hembra pues en muchas ocasiones, un manejo reproductivo deficiente (mala detección de celos, desconocimiento del momento y frecuencia de las inseminaciones) puede provocar un descenso en la fertilidad.